Una correcta
nutrición junto con la adquisición de ciertos hábitos
saludables de vida como el ejercicio periódico ( basta
con 45 minutos, tres días a la semana ), no fumar, no beber
alcohol o de forma muy moderada, etc. aumenta nuestro bienestar
y calidad de vida.
Aunque
al principio pueda suponer un esfuerzo el adoptar unos nuevos
hábitos de vida y consumo alimentario, pronto se convertirá
en una rutina que bien merecerá la pena si tenemos en cuenta
los beneficios a medio y largo plazo sobre nuestra salud.
Este artículo pretende dar a conocer ciertos principios sobre la manera de llevar una alimentación sana, y si nos fijamos bien en la propuesta, en realidad, el esfuerzo no es tan grande,y pasado un tiempo, más bien sucedería al contrario, el esfuerzo supondría cambiar nuestros hábitos saludables por otros menos recomendables.
Este artículo pretende dar a conocer ciertos principios sobre la manera de llevar una alimentación sana, y si nos fijamos bien en la propuesta, en realidad, el esfuerzo no es tan grande,y pasado un tiempo, más bien sucedería al contrario, el esfuerzo supondría cambiar nuestros hábitos saludables por otros menos recomendables.
Una dieta
equilibrada es aquella que contiene todos los alimentos necesarios
para conseguir un estado óptimo nutricional. En realidad
no existen alimentos malos ni prohibidos, simplemente, cada uno
hay que tomarlo en su justa medida. Para conseguir una dieta sana
hay que comer todo tipo de alimentos. No hay nada más recomendable
en alimentación que una dieta variada que incluya todos
los grupos de alimentos existentes. Por lo tanto la clave está
en saber cuánto comer de cada alimento a lo largo de la
semana, y como repartirlo en las diferentes comidas.
Es muy importante
y sería deseable que todos los consumidores tuvieran ciertos
conocimientos mínimos en el campo de la alimentación
para, de esta manera, poder confeccionar sus dietas con su propio
criterio según sus conocimientos sabiendo que se están
haciendo las cosas bien.